A pesar del enorme avance de la medicina y del estudio del cuerpo humano el parto sigue conservando algunos misterios sin resolver. Desde hace ya algún tiempo, los científicos se han dado cuenta de que sin tener en cuenta la evolución es imposible explicar el funcionamiento y el comportamiento de los seres vivos. Nuestro cuerpo y nuestra mente moderna son el resultado de un proceso evolutivo de miles de millones de años y mantienen, incluso hoy en día, una gran cantidad de mecanismos y comportamientos que en su día tenían una función positiva para el organismo y su supervivencia pero que actualmente su utilidad prácticamente se ha perdido. A continuación se explican los misterios que permanecen sin resolver en el proceso de alumbramiento de un bebé humano y una hipótesis que explica todos estos misterios.
Los misterios del parto
Aunque a primera vista el parto humano es muy similar al del resto de los mamíferos, éste tiene unas diferencias muy importantes. Estas diferencias constituyen los misterios sin resolver de nuestro nacimiento:
- El bebé humano siempre nace de espaldas a la madre. Esta característica del parto humano es algo muy difícil de explicar: si el bebé naciera de cara a la madre, ésta podría ayudar al bebe a salir sujetándolo por la nuca, como hacen los chimpancés o los simios, sin embargo, la madre humana no puede hacer esto porque el bebé sale siempre de
espaldas a la madre. Si ésta intentara sujetar al bebé para sacarlo podría causarle graves daños en el cuello o la espina dorsal, por esto, la madre humana siempre necesita ayuda durante el parto. El misterio es el siguiente: ¿como es posible que una característica tan negativa y peligrosa para el bebé haya sido favorecida por la evolución?
- El canal de salida del bebé no es recto ni continuo. Para dificultar más el proceso de salida del bebe el canal de salida hacia el exterior no tiene una forma continua por lo que el feto tiene que retorcerse para poder pasar por él. De hecho, esta forma "extraña" del canal de salida es lo que produce que al final el bebé salga de espaldas a la madre. ¿Como puede explicarse este extraña característica del cuerpo de la madre?
- El bebé humano es el único entre los mamíferos que nace con una enorme cantidad de grasa bajo la piel (esa típica imagen del bebé regordito y "rechoncho" que tanta ternura nos inspira), los bebés de los simios o de los chimpancés apenas tienen grasa subcutánea. Hay que tener en cuenta que la necesidad de acumular esta gran cantidad de grasa por parte del feto supone una gran inversión de energía por parte de la madre por lo que aparentemente esta característica humana tampoco debería haber sido favorecida por la evolución.
- El bebé humano, a diferencia del resto de mamíferos nace prácticamente sin pelo en el cuerpo. ¿Por qué esta diferencia entre nosotros y el resto de nuestros parientes evolutivos?
La posible explicación de los misterios
En 1960 un biólogo marino llamado Alister Hardy propuso una hipótesis alternativa a la "hipótesis de la sabana"(1) para explicar nuestra divergencia evolutiva con los otros primates. Sugirió que un grupo de monos de bosque se habían quedado aislados en una gran isla, cerca de lo que hoy es Etiopía y se habían adaptado al agua, vadeando,
nadando y buscando comida en el agua, esto es, habrían evolucionado hacia convertirse en monos semiacuáticos. Esta característica les confería una ventaja evolutiva: podían buscar comida tanto en tierra como en el agua y tenían el doble de opciones para evitar a los depredadores debido a su capacidad de pasar de un medio a otro. La teoría de Hardy es que nosotros procedemos de estos monos semiacuáticos. Esta teoría explicaría porque empezamos a caminar erguidos: esto les permitía caminar más distancia en el agua pudiendo respirar y además el agua les ayudaba a sostenerse de pie facilitando el proceso de caminar sobre las dos piernas. Además, la hipótesis de Hardy explica todos los misterios que hemos planteado: los monos semiacuáticos alumbraban a sus bebés en el agua, por eso los bebés nacen de espaldas a la madre, en caso contrario el agua entraría por las fosas nasales y el bebé se ahogaría, por eso el canal de salida esta "retorcido". La capa de grasa permitiría que el bebe flotase con mucha facilidad ya que la grasa es menos densa que el agua y el pelo del cuerpo fue
paulatinamente eliminado para disminuir la resistencia al agua.
¿Sorprendente no creen? ¿ No tiene la teoría suficiente poder de explicación para ser considerada seriamente?
Actualmente, la mayoría de antropólogos aún defienden la hipótesis de la sabana pero la teoría de Hardy esta ganando adeptos, en parte también debido a los libros publicados por la escritora Elaine Morgan que exponen un gran número argumentos convincentes a favor de esta teoría. Los indicios son muchos y el poder de explicación muy grande, aunque la controversia continúa hoy en día.
Las pruebas más contundentes de la teoría: los partos en el agua
Según cuentan, el primer parto médico en el agua se llevó a cabo en Francia a principios del siglo XIV. Las parteras habían estado ayudando a una mujer que llevaba más de 48 horas de parto cuando una de las comadronas sugirió que un baño caliente podría ayudar a relajar a la madre. Según la historia, el niño nació poco después de que la mujer entrara en la bañera. En la década de los sesenta, un investigador ruso llamado Igor TJarkovsky diseñó un tanque especial para partos en el agua pero estos no se
popularizaron hasta la década de los ochenta. La comunidad médica reaccionó con escepticismo y alertó del peligro de ahogamiento del bebé y de posibles infecciones. Sin embargo, en 1999 se publicó el primer estudio científico serio por parte del Instituto de Salud Infantil de Londres donde se mostraba que el parto en el agua era como mínimo tan seguro como el parto convencional. En 2005 un estudio italiano demostró la seguridad del parto en el agua después de comparar 1600 nacimientos en el agua con la misma cantidad de partos convencionales ocurridos en el mismo hospital y ha encontrado algunas ventajas contundentes. Lo más increíble es la existencia de una especie de mecanismo evolutivo innato en los bebés: hasta que el niño no nota el aire en la cara no empieza a respirar por lo que la posibilidad de ahogamiento apenas existe, además parece que el niño realiza de forma automática movimientos rítmicos que le permiten avanzar en el agua, esta capacidad innata dura hasta
aproximadamente los 4 meses de vida.
Existen muchas otras ventajas: se elimina la posibilidad de que el niño inhale materia fecal u otros desperdicios del parto lo que puede provocar una infección en los pulmones ya que el agua limpia la cara del bebé recién nacido, las madres tienen un periodo de contracciones más corto ya que el agua permitía una mayor apertura vaginal. Además, y aunque parezca increíble el parto en el agua reduce enormemente la necesidad de analgésicos: solo el 5% de las mujeres que se acogieron a esta modalidad acuática solicitaron la epidural comparado con el 66% de las mujeres que usaron el parto convencional. ¿Son suficientes estos indicios para confirmar la teoría? Futuros estudios demostrarán (o refutarán) esta hipótesis, que paulatinamente va ganando en pruebas y seguidores.
NOTAS
(1) La hipótesis de "la sabana" sigue siendo actualmente la más aceptada para explicar nuestra divergencia evolutiva con los otros primates. Sostiene que nuestros ancestros simios abandonaron los densos bosques africanos y se trasladaron a extensas llanuras cubiertas de hierba. La necesidad de otear el horizonte para buscar comida y detectar depredadores les indujo a caminar erguidos. El calor de la sabana produjo que perdieran el pelo para estar más frescos. Esta hipótesis está siendo criticada en muchos aspectos y su principal competidora es la hipótesis del mono semiacuático tratada en este artículo.
Fuentes: La ley del más débil, Sharon Moalem
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